El paso del temporal de nieve ‘Filomena’ ha registrado dos récords no oficiales de bajas temperaturas en España y varias comunidades autónomas en alerta por nevadas.
Con este gélido pronóstico, además de causar catástrofes, son numerosos los problemas generados en nuestros hogares. Por ello, hoy queremos compartir con vosotros las recomendaciones realizadas por el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España.
Desde el Consejo General de la Arquitectura Técnica quieren hacer llegar a la ciudadanía las siguientes recomendaciones:
Aunque se trate de una forma rápida, no dejar de ventilar nuestros hogares pese a las bajas temperaturas. Un estudio en el que está trabajando el CGATE indica que las concentraciones de CO2 pueden llegar a ser nocivas para los habitantes de una vivienda tras cuatro horas en espacios pequeños y cerrados.
La mejor solución para evitar que el frío penetre en el interior de los hogares y dotarlos de eficiencia energética, es el aislamiento térmico. Si nuestra vivienda no cuenta con él podemos colocar burletes en puertas y ventanas que evitarán que el aire y el frío se cuelen en el interior de las viviendas. Las alfombras y cortinas también nos protegerán de la desagradable sensación térmica que provocan las heladas.
Para evitar la congelación de las tuberías y cañerías es recomendable abrir los grifos cada poco tiempo y dejar un pequeño goteo.
Arquitectos técnicos y aparejadores siempre recuerdan tener bien localizada la llave de paso antes de que se produzca cualquier problema en nuestro inmueble.
Si una tubería ha reventado, tras su congelación o rotura, la primera medida para solucionarlo es cerrar la llave de paso, apagar los calentadores de agua y poner cubos o protecciones plásticas, si es posible, donde se haya producido la rotura.
Además, en viviendas unifamiliares con sistemas de riego nos recomiendan tomar precaución de vaciar las conducciones de agua para evitar problemas de congelación. Para las tuberías que transcurren en el exterior del edificio o sistemas de riego por goteo, el CGATE nos aconsejan que se protejan con un material específico para el aislamiento de tuberías. “Si no tenemos en nuestros hogares los materiales más adecuados y ante la imposibilidad de acceder a puntos de venta, lo importante es que “abriguemos” las tuberías con cualquier material a nuestro alcance. Con cinta aislante y papel de periódico podremos salir del paso”, asegura Alfredo Sanz Corma, presidente del CGATE.
Si los grifos dejan de funcionar, es probable que las tuberías ya se hayan congelado. Ante esta situación, aconsejan no tratar de descongelarlas con agua caliente, ya que podrían reventar. “Es mucho más aconsejable y, siempre que las tuberías estén a la vista aplicar calor seco como el de un secador de pelo”, aconseja Alfredo Sanz.
Para ser precavidos, es recomendable llenar envases o cubos con agua que nos pueda servir para las necesidades básicas en el caso de que una tubería se congele o los cortes de aguas se prolonguen.
Por otro lado, es muy probable que el acceso a los edificios se vea comprometido por el hielo. En su libro, “Las 7 llaves para un edificio saludable», el CGATE explica que para que una vivienda sea accesible no debe haber diferencia de nivel entre la acera de la calle y el interior del portal”. Pero con la llegada de las heladas las rampas que solucionan los problemas de accesibilidad pueden convertirse en un auténtico peligro. Los aparejadores recomiendan que las comunidades de vecinos intenten despejar la nieve de los accesos al portal antes de que esta se hiele y se arroje sal para evitar la formación de hielo que puede provocar peligrosos resbalones.
Para que el hielo derretido no provoque caídas, en el interior de los portales o el acceso a ascensores y escaleras puede esparcirse serrín o colocar unos cartones.
Las calderas modernas disponen de termostatos que las protegen de posibles heladas. Sin embargo, las calderas más antiguas necesitan de un cuidado especial si las temperaturas son extremas, si estas instalaciones están en terrazas o tendederos necesitarán mayor protección.
Aunque las estufas y braseros son fuentes rápidas de calor, cada año suelen registrarse numerosos percances asociados a su mala combustión que generan gases tóxicos y al riesgo de incendios.
Estos consejos para la protección de edificios contra las heladas nos ayudarán a pasar esta ola de frío pero el principal consejo que el CGATE quiere ofrecer es que los ciudadanos rehabiliten sus hogares con patologías o carencias para prepararlos frente a estas contingencias.
“Como en el resto de circunstancias, para nuestros edificios también es más importante prevenir que curar”, asegura Alfredo Sanz, “un correcto aislamiento térmico, la revisión y sustitución de instalaciones, el mantenimiento correcto del edificio y sus accesos, nos ayudarán a contar con edificios seguros y resistentes frente a cualquier contingencia”.
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